Tras el explosivo crecimiento de jóvenes que se ganan la vida a través de redes sociales, Argentina busca imponer un modelo tributario para regularlos.
Los Influencers son realmente un producto de nuestro tiempo. Desde el adviento de Youtube y las redes sociales, sus usuarios más populares han logrado ganarse la vida a través de su actividad en redes. De una manera, es un trabajo que solo existe a causa de las plataformas y las marcas que los patrocinan. La celebridad como la conocíamos hace 10 años ya no existe, y los adolescentes y niños de esta era crecen viendo y conociendo a creadores independientes que admiran.
Sin embargo, como todas las tecnologías, las leyes van tres pasos atrás. Solo ahora están comenzando a tratar de regularizar el contenido disponible en Internet. Ya lo vimos hace algunos años con SOPA y PIPA, los cuales causaron un gigantesco revuelo. Además de los múltiples proyectos de ley que han pasado para proteger corporaciones y sus derechos de autor con respecto al contenido de Internet.. Los cuales honestamente han hecho más mal que bien, dado el abuso de copyright en que destacan las disqueras.
Pero hoy, el proyecto de ley más nuevo para la nación Argentina es uno que busca regular a su creciente comunidad de influencers, ya que estos no tributan sobre los servicios que prestan a otras marcas, como las típicas de moda, vitaminas, maquillaje, u otros que se han adaptado a este nuevo medio de manera estelar.
La nueva regulación busca indicar de manera explícita cuando los posts contienen promoción paga, además de tributar una suma de la comisión al Gobierno Argentino. Esto ya se ha dado en países como EEUU e Inglaterra, pero evidentemente, hacerlo a la “Manera Latina” no será lo ideal.
Según el proyecto de ley, fallas a su cumplimiento podrían ser sancionadas con multas millonarias. Ahora solo queda ver como evolucionará el aspecto más de negocios de el trabajo soñado de la Generación Z, y la regularización de esta ley.